Mi hermana Lucía: Extracto Capítulo 6:
2000 Leguas de Viaje en la Gallina


 

Mi hermana Lucía: Extracto Capítulo 6.

2000 leguas de viaje en la Gallina:
 

Solamente con haber leído el título de este capítulo probablemente te estarás preguntando:

-No habías dicho nada de que en tu casa hubiese gallinas, ¿y qué pasa, que las utilizáis como autobús municipal?

Antes de que denuncies a toda mi familia por abuso de animales, quisiera dejar claro que la gallina en realidad es un corre-pasillos con forma de gallina “despicada” (es decir, sin pico), que quedó así después de que mi madre le pegase una patada. No, mi madre no es de esas personas que van pegando patadas y dejando sin pico a los corre-pasillos con forma de gallina, no, mi madre no es así, todo tiene una explicación lógica [...]  

Cuando yo tenía más o menos tres años, por mi cumpleaños me regalaron esa gallina (para que veas que ya tiene sus añitos) que ahora utiliza Lucía, pues una tarde nos fuimos a un parque de Collado Villalba, yo la verdad no me acuerdo, pero por lo que me han contado me lo estaba pasando de maravilla, hasta que llegó la hora de volver a casa. Bueno, después de unas cuantas “regañinas” mi madre consiguió llevarme a rastras hasta mi casa. Al llegar cogió la llave, abrió la cerradura y empujó la puerta para abrirla, pero la puerta no se abría, probó con empujarla otra vez, pero tampoco consiguió abrirla, así que cogió carrerilla y golpeó la puerta con el hombro (igual que hacen los policías), hasta que por fin la puerta se abrió, mostrando la razón por la que permanecía cerrada: justo en la entrada estaba la gallina, otro corre-pasillos con forma de coche, un triciclo y una bicicleta (por cierto, todos estos “vehículos”, lógicamente, los puse yo antes de salir de casa). En fin, que tanta fue la ira de mi madre al ver tanto desorden en tan poco espacio, que le pegó una patada a lo primero que vio, la gallina, que en el acto salió disparada a una velocidad no muy superior a la que va Lucía cuando monta en ella y fue a chocar contra la pared, perdiendo así su pico rojo (y por lo tanto sin poder alimentarse, desde entonces la gallina ha adelgazado bastante).[...]

Después del chupete, la gallina es sin lugar a dudas la mejor amiga de Lucía. Principalmente por tres razones:   

1ª.- La misma que el chupete, la gallina nunca se queja de nada (y la razón es porque no puede), ya que si pudiera ¿qué diría? Mis investigaciones e hipótesis llegan mucho más lejos de lo que puedas imaginar (bueno, a lo mejor no tanto): yo, Juan Ramón (también conocido como “mon”) he conseguido, nada más y nada menos, que una entrevista privada con (nada más y nada menos) que la ¡estupenda, fantástica e inigualable... Gallina!      

Aviso: los contenidos de esta entrevista pueden ser poco o nada fiables debido al pésimo vocabulario del lenguaje “gallinal” que poseen nuestros traductores (en otras palabras, no es nada fácil hablar con gallinas, y menos si ni tan siquiera tienen vida).

  

Entrevista:

J.R. (Este soy yo, por si hay dudas)

Gallina. (Corre-pasillos despicado, conocido como    Gallina, Lucía aún no le llama de ninguna forma)

 

J.R.: Buenas tardes señora Gallina, a usted todo el mundo le llama “Gallina” pero suponemos que ese no es su verdadero nombre, ¿no es cierto?

Gallina: ...(Suponía que no iba a contestar).

J.R.: De acuerdo, ¿así que “Gallina” es su verdadero nombre? Pues bien, cuéntenos cómo es su vida con Lucía, ya sabe, qué tal se siente al pensar que ella es su dueña.

Gallina: ... (Entendía su frustración, por lo que respeté que no contestara tampoco a esta pregunta).

J.R.: ¿Está pensando en cambiar de dueña últimamente?

 

Justo después de hacer esta pregunta Lucía se subió en la gallina y los dos (además del chupete), se marcharon a toda pastilla de allí, la gallina no opuso ninguna resistencia por lo que di por contestada mi pregunta, además de concluida la entrevista.

    

2ª.- Lucía encima de ella es capaz de hacer verdaderas virguerías. Además de su increíble habilidad para batir  records de velocidad, también puede esquivar los obstáculos que se le avecinen con increíble facilidad, girando sobre sí misma, poniéndose a dos ruedas... y un sin fin de maniobras evasivas inventadas por ella misma.[...]

3ª.- Es amarilla, ¿se puede pedir algo más?     

Otra de las razones por las que no he nombrado a la gallina antes, es porque no le había cogido tanto cariño, pero ahora es otro miembro más de la familia, por ejemplo:

Lucía todas las noches, cuando se va a acostar, nos da un beso de buenas noches a mi madre, a mi padre, a mí y por supuesto a la gallina. O por ejemplo: Siempre que Lucía consigue un juguete nuevo, a la primera que se lo enseña es a su gallina. Por esta razón no queremos que le pase nada y siempre la tratamos con mucho cuidado, aunque al final Lucía acabe queriendo más a la gallina que a nosotros… .

 

 

Juan Ramón Pérez Quintanar
 

Comprar el Libro "Mi hermana Lucía"

 

      

Volver a Rinconsolero.

 

 

El presente extracto de "Mi hermana Lucía"  pertenece integramente a Juan Ramón Pérez Quintanar y a su vez a Rinconsolero.com, por ello, la exposición de dicho relato o cualquier fragmento del mismo en otra web sin el consentimiento de su autor o del Webmaster, será considerado plagio, en cuyo caso se estará incumpliendo la ley de propiedad privada.
El autor no permite la exposición de este extracto en ningún medio de comunicación, de no ser que él mismo lo autorice. Puedes contactar con él mediante los diversos enlaces de la web al mail.

Ilustraciones por Gabriel Piuzzi Martínez (7001)